martes, 9 de agosto de 2011

Viejos recuerdos.

Que triste me siento hoy con aquellos
viejos recuerdos.

Tuve que marcharme de mi casa
con la poca ropa que tenia.

Separarme de mis viejos, de mis hermanos,
con apenas doce años.

Para ir a trabajar, por un poco de
comida.
A veces, en el trabajo, de vez en cuando
me compraban, una camisa, un polar,
un par de alpargatas.

Cuantas veces, madrugando
tuve que andar en patas
pisando escarcha sintiendo frío y dolor.

Cuantas veces tuve atrincherado
debajo de las plantas, de aquellas
torrenciales lluvias.

Tenia que andar hasta altas horas
de la noche. Sin recibir mi cobre
esa es la verdadera vida de un pobre.

Todo ese sufrimiento tuve que tener
por un poco de comida.
Y no por un cobre.

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